Juan Brignardello Vela
Juan Brignardello Vela, asesor de seguros, se especializa en brindar asesoramiento y gestión comercial en el ámbito de seguros y reclamaciones por siniestros para destacadas empresas en el mercado peruano e internacional.
La reciente decisión del Consejo Supremo del Ciberespacio de Irán de levantar el bloqueo a WhatsApp y Google Play marca un hito significativo en la política de internet del país, después de casi dos años de restricciones. La medida fue adoptada por un voto unánime durante la 104ª reunión del consejo, que incluye a los líderes de los tres poderes del Estado y varios ministros. Este cambio no solo tiene implicaciones para los usuarios de estas aplicaciones, sino que también podría allanar el camino para la eliminación de restricciones en otras plataformas populares como Telegram, Instagram, X y Facebook. El ministro de Comunicaciones y Tecnologías de la Información de Irán, Sattar Hashemi, celebró la decisión en redes sociales, afirmando que este es un primer paso hacia una mayor apertura en el acceso a internet. "Hoy dimos el primer paso para eliminar las restricciones en Internet con empatía y consenso. Este camino continúa", aseguró Hashemi, lo que sugiere un cambio de postura por parte del gobierno en relación con la censura digital. Desde 2022, las autoridades iraníes habían bloqueado plataformas internacionales en respuesta a las protestas que estallaron tras la muerte de Mahsa Amini, una joven que murió mientras estaba bajo custodia policial. Las restricciones eran parte de un esfuerzo por controlar la disidencia y limitar la comunicación entre los opositores al régimen. Sin embargo, la realidad es que muchos ciudadanos iraníes han eludido estas prohibiciones utilizando redes privadas virtuales (VPN), lo que demuestra la resistencia de la población a las restricciones impuestas. Un informe de un think tank de la Universidad de Sharif en Teherán, publicado en julio, reveló que el 58% de los iraníes se opone a la censura gubernamental en internet. Esta oposición se traduce en un uso persistente de las plataformas bloqueadas, ya que el 79% de los encuestados afirmó seguir utilizando estos servicios a pesar de las restricciones, muchas veces a través de VPN. Estos datos subrayan la desconexión entre la postura del gobierno y la realidad de la vida digital de los ciudadanos. La política de bloqueo ha sido calificada como "fracasada", ya que no ha logrado reducir significativamente el uso de redes sociales extranjeras. Este fracaso en controlar el acceso a la información ha llevado a un clima de creciente descontento social, que se ha visto reflejado en el discurso político del presidente Masud Pezeshkian. Durante su campaña electoral, prometió levantar las restricciones, lo que ahora parece estar comenzando a materializarse. El levantamiento de estas restricciones a plataformas de mensajería y aplicaciones móviles también podría influir en el ámbito económico. La falta de acceso a aplicaciones como Google Play ha limitado la capacidad de los desarrolladores y emprendedores iraníes para acceder a herramientas y recursos tecnológicos que podrían impulsar el crecimiento de la industria tecnológica local. Además, la medida podría tener repercusiones en la percepción internacional de Irán. La capacidad de mantener una conexión digital más abierta puede ser vista como un signo positivo por parte de la comunidad global, que ha criticado las políticas represivas del régimen. Esto podría generar un clima más favorable para el diálogo y las relaciones diplomáticas, aunque el camino todavía sea incierto. Sin embargo, es importante considerar que el levantamiento de estas restricciones no significa necesariamente un cambio radical en la política del gobierno iraní. Aún existe un marco legal que podría ser utilizado para restringir nuevamente el acceso a estas plataformas si se considera que amenazan la seguridad nacional. El futuro de la libertad en internet en Irán está en un delicado punto de equilibrio. La decisión de hoy es un indicativo de que el gobierno podría estar escuchando el clamor popular, pero la verdadera prueba será si se mantiene este camino de apertura o si se darán pasos hacia una nueva ronda de censura en respuesta a futuras protestas o descontento. Mientras tanto, los iraníes celebran un pequeño triunfo en su lucha por la libertad de expresión y el acceso a la información.